InuYasha es un hanyō
(mitad humano y demonio-perro). Fue sellado por Kikyō durante 50 años en el
árbol sagrado, del cual despierta gracias a Kagome. Inuyasha sólo busca la
Shikon no Tama para convertirse en un yōkai completo, posee las características
de un demonio-perro: fiero, indomable y obstinado. Su padre, Inu no Taishō, le
había dejado la espada Tessaiga, la cual usa en sus batallas contra otros
monstruos y enemigos. A pesar de su interacción inicial fue muy contradictoria,
la relación de Kagome e Inuyasha cambia gradualmente a lo largo de la serie, y
la amabilidad y aceptación de Kagome hacia InuYasha ha tenido un efecto notable
en su actitud, al igual que Kikyo. Aunque los dos se ven a menudo peleando,
ambos tienen sentimientos mutuamente, pero son demasiado orgullosos para
admitirlos. Se muestra bastante protector hacia Kagome, y con frecuencia se
confunde cuando Kagome le ve protegiendo a Kikyo. En muchos episodios Inuyasha
ha ido a la era de Kagome, y una vez se reunió con las amigas de Kagome Yuka,
Eri y Ayumi cuando entró por la ventana mientras estaban en su habitación. Para
la sorpresa de Kagome, su "novio" se las gana.
Inuyasha
y Kagome tuvieron un mal comienzo. Siendo la reencarnación de Kikyo, Kagome
tiene un parecido muy cercano a ella. Por consiguiente, el resentimiento que
InuYasha le tenía Kikyo en ese momento fue trasladado a Kagome. A medida que la
serie avanza, sin embargo, la relación entre Kagome e Inuyasha cambia para
bien. La fachada de tipo duro de Inuyasha se disuelve lentamente y madura. Se
enamoran sin darse cuenta. Sin embargo, Kikyo, el antiguo amor de Inuyasha, es
resucitado de la tumba (utilizando parte del alma de Kagome), e Inuyasha
considera que aún tiene fuertes sentimientos hacia Kikyo. InuYasha alienta a
Kagome a permanecer en su tiempo de manera que pueda salvar y vengar a Kikyo,
pero Kagome decide quedarse con él de todos modos cuando se da cuenta de que lo
ama y no puede ser feliz sin él. Ella cree que InuYasha ama más a Kikyo. Sin
embargo, el amor de Inuyasha por Kagome sigue creciendo, pero todavía se
preocupa por Kikyo.
Tres años después de la derrota de Naraku
y la destrucción de la Perla de Shikon, el pozo vuelve a funcionar al entender
los sentimiento de Kagome hacia Inuyasha, lo que le permite verlo. Al reunirse,
se casan para vivir en el Japón feudal.
Inuyasha
y Kikyo fueron amantes hace
50 años, hasta el cruel destino que estaba almacenado por ellos. Cuando Kikyo
fue resucitada en un cuerpo de arcilla por la yōkai Urasue,
estaba llena de la ira y amargura que había consumido cuando ella murió, y
actuó con hostilidad hacia Inuyasha. Una vez que Kikyo se entera de que fue
Naraku quien fue responsable el de su muerte en lugar de InuYasha, sus
sentimientos de amor por él resurgen. En el transcurso de la serie, Kikyo se ha
vuelto cada vez más similar a la miko (sacerdotisa)que era antes de
su muerte. Kikyō muere después de una batalla con Naraku, Inuyasha confiesa a Kikyō entre lágrimas
que fue su primer amor y que aun asi no pudo salvarla, pero ella contesta que
el llego por ella, y la besa, entonces Kikyō desaparece y muere, no sin antes
reconocer que su alma ha sido salvada. La muerte de Kikyo en los brazos de
Inuyasha lo deja deprimido y sintiéndose perdido, incluso llegando a llorar. Él
ha empezado a seguir adelante pero evita preguntas acerca de ella y se enoja
cuando alguien menciona su nombre. Una de las razones por las que InuYasha
quiere matar a Naraku es para vengar su asesinato. En uno de los episodios,
mientras se reunen de nuevo, InuYasha admite que todavía tiene sentimientos por
Kikyo y estaba dispuesto a ir al infierno con ella.
Tiene 67 años (16 antes de estar sellado). Mide 1.74 m. Sus ojos son de
color dorado y su pelo blanco o plateado. Sus familiares son Sesshomaru
(hermano), madre Izayoi (fallecida) y padre Inu no Taishou (fallecido).Sus
ataques son “garras de acero”, “viento cortante”, “colmillo de acero” y
“bakuriuha”. Se cura fácilmente y puede saltar muy alto.
Kagome es una
chica de quince años de edad, estudiante de noveno grado y proveniente de la
época contemporánea. Ella es la reencarnación de Kikyō, una sacerdotisa que
había muerto hace cincuenta años. Debido a esto, Kagome tiene poderes
espirituales y el sentido de percibir fragmentos de la perla de Shikon. Está
enamorada de InuYasha, y sufre en la serie al saber que éste está enamorado aún
de Kikyo.
Kagome es la mayor de
los hermanos Higurashi. Tiene un hermano menor llamado Sōta. Su abuelo es el dueño de un templo Shinto,
cerca de Tokio.
Kagome
es una joven de singular belleza. Tiene un corazón noble y bondadoso. Ella es
considerada como la única humana de alma pura y corazón cálido, como
varias veces se ha mencionado en la serie.
Ella
al encontrar el pozo del tiempo, logra hacer kekkei o también conocidos como
campos de fuerza, además de sus antiguos ataques como lo son: las flechas
purificadoras, y lograr ver los fragmento de la perla de Shikon no Tama
(Kagome y Kikyo son las únicas que lo pueden hacer). Siempre
ayuda a las personas incondicionalmente, sanando las heridas del corazón.
En su
cumpleaños
número 15, un monstruo mitad mujer y mitad ciempiés
la arrastra hasta el Japón del período Sengoku,
donde conoce a la anciana Kaede,
quien le dice que se parece mucho a su hermana muerta Kikyō. Ella, al
momento de ser quemada, portaba la Joya de las Cuatro Almas o Perla de Shikon
(Shikon no Tama), por lo que Kagome nació con ésta incrustada en su cuerpo.
Esto hace que Kagome también tenga los poderes de una miko (sacerdotisa) al igual que
Kikyō. Más
adelante conoce a Inuyasha, el amor de Kikyō. Juntos
intentan encontrar los pedazos de la desaparecida Joya de las Cuatro Almas (Shikon no Tama).
Paralelamente va surgiendo un romance entre
ellos, no tan evidente como el de Miroku y Sango,
compañeros de viaje.
Recientemente
Kagome descubrió que la voluntad maligna de la Perla de Shikon
está sellando la mayor parte de sus poderes, y por eso no son tan poderosos
como los de Kikyo. En un episodio el
sello se fortalece por culpa de Magatsuhi, un espíritu maligno nacido de
la perla, haciendo que Kagome pierda incluso los poderes que ya tenía. Kaede
cree que para romper el sello deben destruir a Magatsuhi.
Posteriormente,
durante la lucha en el interior de Naraku, Inuyasha
y Sesshōmaru
logran combinar sus fuerzas para destruir a Magatsuhi, provocan que el sello de
Kagome se desvanezca y despierte el potencial completo de sus poderes
purificadores, que hacen que la luz vuelva a aparecer en la Shikon no Tama
(Perla de Shikon).
Finalmente, tras una ardua lucha, es Kagome quien le da el golpe final a Naraku, atravesando con una de sus flechas
la perla de Shikon, pero Naraku,
antes de desaparecer, revela que pidió un deseo a la perla, y Kagome es
absorbida de repente al Meido (debido al ataque que Byakuya le había asestado
previamente), pero Inuyasha la sigue. Esto provoca que el pozo desaparezca, tanto en el presente
como en el pasado.
Kagome
acaba flotando en la oscuridad sola y con la Shikon no Tama flotando delante de
ella, todavía atravesada por su flecha, e Inuyasha
acaba dentro de la misma perla, donde ve a Midoriko, los demonios con
los que ésta combate y a Naraku,
dormido en un profundo sueño. Los youkai revelan que el deseo de la perla (y el
del propio Naraku)
es que Kagome pida un deseo para que quede atrapada dentro de la perla,
luchando contra Naraku eternamente reemplazando de ese modo a Midoriko.
La
perla tienta a Kagome para que desee volver a su casa, pero ésta, tras escuchar
la voz de Inuyasha,
decide no hacerlo, y entonces Inuyasha logra escapar de la perla y reunirse con Kagome en el
Meido. Se abrazan (en el anime de Kanketsu-hen, se besan y ella esta segura de
que no es una ilusión, pensando"queria verte"), Kagome se llena de
valor gracias a Inuyasha
y pide un último deseo a la perla de Shikon: que desaparezca para siempre. La
perla se purifica y se desvanece, y el pozo devora huesos aparece, devolviendo a cada uno a su respectiva época,
aunque luego queda bloqueado. Kagome se da cuenta que es debido a que sus
sentimientos no eran del todo claros, pero al desear pasar el resto de su vida
con Inuyasha,
el pozo vuelve a conectar y ambos se reúnen para casarse y ella se queda
a vivir en la época feudal.
Tiene 15 años (18 al final de la manga). Mide 1.65 m y pesa 57 kg. Tiene
ojos color cafés y pelo negro. Sus familiares son la madre (Naomi Higurashi) el
abuelo paterno, Sota Higurashi (hermano menor) y el padre (fallecido).Su arma
es un arco con flechas. Ella lanza flechas con poderes espirituales que matan a
los demonios. Puede ver los fragmentos de la perla de Shikon.
Shippo es un
demonio zorro que presenta un aspecto de niño. Se había unido al grupo de
Inuyasha y Kagome porque estos tenían fragmentos de la perla, que le servirían
para vengar a su padre que fue asesinado por los Hermanos Relámpago, Hiten y
Manten. Cuando los hermanos son derrotados, Shippō se queda en el grupo. Shippo es un kitsune,
o sea, un zorro demonio. Shippo vivía con su padre en un
tronco de un arce adentrado en el bosque. Una mañana Shippo salió a recoger
avellanas, como recolectó muchas regresó muy contento a su hogar; pero se
encontró con un cuadro terrorífico: dos monstruos, uno con forma de humano y el
otro en forma de rana: Los hermanos relámpago, riendo cruelmente y vio a su
padre muerto, cuya piel usó el menor como cinturón. Shippo se sintió destrozado
y vaga por el bosque buscando una forma de vengar a su padre. Al principio,
ataca a Inuyasha y Kagome para robar sus fragmentos de la perla
de Shikon (como Asalto). Kagome se
compadeció de él y lo invitó para que formase parte del grupo de ella e
Inuyasha.
Andando
un tiempo con ellos, se dio cuenta de que en realidad no eran malas personas y
por el contrario, Inuyasha le ayudó a vengar la muerte de su padre. Durante la
batalla con el mayor de los hermanos relámpago, en un descuido de Inuyasha,
Kagome y Shippo fueron atacados, pero la piel del Gran Zorro aún tenía algo de
magia y su espíritu creó un fuego mágico que le permitió protegerlos, Shippo se
da cuenta de ello y se siente conmovido y feliz.
Shippo;
es joven e ingenuo. Sin embargo, tiene un gran sentido de la responsabilidad,
tiende a resaltar valores y defectos de los integrantes del grupo (lo que
irrita continuamente a Inuyasha) y trata siempre de cuidar a sus compañeros.
Suele enamorarse de niñas humanas y mantiene una actitud madura frente a niñas
monstruo (como la menor de los hermanos relámpago, que termina enamorándose de
él).
En
raras ocasiones se le ve con participación activa en una batalla que no sea de
él, su especialidad son las trampas y los engaños y en caso de necesidad, puede
transformarse en un globo rosado para transportar a máximo dos personas por un
espacio y tiempo limitados. Además desea que no surjan peleas entre Kagome e
Inuyasha.
Es
muy amigo de Kirara,
la mascota
de Sango.
Se le ve casi siempre con Kagome y ella le regala colores y papel para que el
se entretenga dibujando. Además ve a Kagome como su madre ya que lo
sobreprotege. Suele pelearse continuamente con Inuyasha debido a la renuencia
de este.
En el
final del manga la anciana Kaede le dice que si estuvo tomando el examen de
Kitsune-You-Jutsu (el cual consiste en una competencia entre zorros en la cual
una vez al año se reúnen para engañar a las personas y obtener puntajes por
ello. Su máxima calificación es 1er rango mayor y la mínima es novicio débil
inferior) a lo cual el responde que ha avanzado y muestra un pergamino que
corroboraba pues había llegado a 7mo rango mayor superior.
Tiene 7 años y es de raza kistune. Sus intereses son ayudar a Kagome,
molestar a InuYasha, transformarse en un gran youkai y vengar a su padre. No
tiene familiares (ya que mataron a sus padres). Sus armas son la hoja que le
permite transformarse, su ataque fuego de zorro (kitsunebi), puede hacer crecer
su trompo y un caballito de paja. Usa bellotas para comunicar que está en
problemas y a veces hongos que lloran. De todos modos sus ataques son una
ilusión. Su nombre se refiere a los siete tesoros: oro, plata, perlas, ágata,
cristal, coral y lapislázuli.
Miroku es un
sacerdote fuerte y mujeriego, algo que Sango detesta, ya que éste le había
propuesto matrimonio y no demostraba interés en la relación. Miroku sufre en su
mano derecha una maldición hecha por Naraku, la cual es un agujero que traga
todo lo que está a su alrededor, pero éste agujero con el tiempo también
tragará al que lo posee. Miroku se convirtió en compañero de viaje de Inuyasha
y Kagome ya que debía buscar a Naraku y destruirlo para poder deshacerse de esa
maldición. Miroku es un monje humano bastante fuerte y guapo. A su familia
empezando por su abuelo cuando éste era joven, le fue puesta una maldición por
Naraku, por la cual tienen un vórtice en la mano derecha que puede tragar
cualquier cosa. Esto es algo poderoso, ya que es muy difícil que alguien se
enfrente a él sin ser absorbido, pero la maldición
consiste en que en pocos años y de forma inevitable el vórtice absorberá al
mismo Miroku (al igual que fueron absorbidos su padre y su abuelo) y no quedará
nada de él y quedara un gran agujero en la tierra como prueba.
Como es un monje, viaja de pueblo en pueblo "ayudando" a la
gente. Cada vez que detecta una casa o castillo
poseído por un demonio, él se acerca a ofrecer sus servicios y
echa al demonio de la casa, por lo cual las personas que viven ahí lo recompensan
con comida, hospedaje o bienes materiales.
Miroku tiene la suficiente fuerza para pelear de frente con varios demonios
incluso sin usar el hoyo negro de su mano derecha. Sin embargo cuando las cosas
se ponen muy mal y hay demasiados enemigos entonces siempre tiene ese último
recurso.
A pesar de que su obligación como monje es ayudar, Miroku se asegura de ser
bien recompensado por sus servicios, no le importa chantajear al señor feudal para que le pague una cuota
sumamente alta o incluso decirle que va a expulsar a un demonio inexistente con
tal de quedarse una noche a dormir bajo cubierta. A pesar de que los demás
desaprueban sus métodos lo cierto es que
Miroku siempre les consigue quedarse en los mejores lugares en cada pueblo.
Parecería que el hoyo negro es invencible, pero Naraku
ha conseguido algunos insectos venenosos, los Saimyôshô,
para que envenenen a Miroku, si éste los absorbe. Debido a eso cuando se trata
de pelear con Naraku o sus sirvientes nunca puede usarlo, ya que siempre hay
estos insectos a su alrededor.
Debido a la maldición que tiene, Miroku piensa que debe dejar descendencia
cuanto antes, y a cada señorita linda que encuentra le pregunta que si quiere
tener un hijo
con él, y esto no excluyo a Kagome a quien le pregunto a
principios de serie al conocerla. Esto por supuesto no hace más que dejar
apenada a la mujer a la cual le hace la pregunta y a sus amigos, o en ocasiones,
la chica en cuestión le contesta con una bofetada por irrespetuoso, aunque a él
no parece importarle. Se considera a sí mismo un casanova. Sin embargo, parece gustarle mucho su compañera de viaje, Sango. A ella también le gusta Miroku, y en una
ocasión acuerdan que después de que maten a Naraku,
se casarán. Solo que la relación en ocasiones no avanza mucho, debido a que
Miroku le gusta mucho coquetear con cualquier mujer que se le cruce así como
manosear a Sango (y a cualquier chica que tiene enfrente, él le llama tocarle
sus atributos) por lo cual siempre termina con una bofetada cuando lo hace. Pero
además de eso, Miroku demuestra estar realmente enamorado de Sango. Lo ha
demostrado en las varias veces que a expuesto su vida por salvar la de ella
cosa que a Sango le hace saber que el si esta tan enamorado de ella como ella
de el.
A Miroku no le gusta que lo llamen sacerdote o monje o de alguna otra
manera. Resalta que es un bonzo (monje seguidor de Buda).
En el último capítulo del manga de InuYasha
(558), Miroku y Sango están casados y tienen tres hijos; Dos gemelas y un niño
que acababa de nacer.
En la película 2 de InuYasha, tras la muerte de Naraku,
su maldición se rompe y el agujero negro se cierra y desvanece, liberando a
Miroku. Pero Naraku revive al final de la película inesperandamente y le vuelve
a salir el agujero negro en su mano.
Tiene 19 años y mide 1.75
m. Pesa 58 kg. Su raza es humana. Sus intereses son la comida cara (en especial si él no las paga). Cabello negro.
Sus familiares son Miatsu (su abuelo fallecido), padre (fallecido), Mushin
(padre adoptivo) y más tarde casi al final de la serie Sango (esposa), dos
hijas gemelas, un hijo recién nacido, padre de sango (suegro fallecido) y
Shako(abuelo político fallecido). Sus armas son el báculo (shakujo) y el
agujero negro (kazaana).
Kirara es una
valiente gatita que existe desde la época de Midoriko. Según la serie,
Kirara ayudó a Midoriko a pelear contra los espíritus malignos que en ese
entonces existían. Kirara tiene la increíble habilidad de transformarse de una
gatita, a un felino del tamaño de una pantera que es capaz de
volar. Kirara fue obsequiada a Sango en su niñez para exterminar
con más facilidad. Desde entonces Sango y Kirara son inseparables amigas que
luchan juntas para derrotar a Naraku, quien mató a toda la aldea de Sango
y tanto Sango como Kirara buscan venganza. Debido a su naturaleza
mágica, tiene una fuerza sobrenatural, vuela y ofrece un aspecto fantástico: un
felino de dos colas y con grandes ojos rojos. Además, puede presentar dos
formas distintas, dependiendo de la situación en que se encuentre. Así, en
situaciones de calma, presenta una forma pequeña, muy sencilla e inofensiva,
como una gatita de color crema que tiene una mancha negra en forma de rombo en
la frente, así como las orejas, las patas y dos franjas en cada punta de las
dos colas de color negro. Sin embargo, ante cualquier peligro y siempre que sea
necesario llevar a un amigo sobre su lomo Kirara adopta una forma mucho más
impresionante: aumenta enormemente su tamaño, los colmillos se le alargan hasta
parecer un prehistórico tigre dientes de sable, le crece una mata de pelo
leonina en el cuello y tanto sus patas como las puntas de su cola estallan en
llamas. Es bajo esta forma con la que Kirara despliega toda su fuerza mágica y
su capacidad de volar.
No
sólo es una gran aliada sino que durante casi toda la historia, le sirve de
transporte a Miroku y a Sango, y una que otra vez a Shippo. Kagome viaja en la
espalda de Inuyasha, pero solo monta en ella cuando se enfada con este, por lo
tanto le quita una carga a Kirara. En el anime Kirara también se muestra como
una gran ayuda para Inuyasha ya que a veces Inuyasha entrena con ella para el
uso de su espada. Hay "otra" Kirara llamada Kuroro. Su raza es bestia
sagrada (es un youkai). Sus intereses son proteger a Sango y tener un lugar
cómodo para dormir (cerca de Sango). Sus familiares son Sango y su familia. Su
arma son los colmillos y puede volar.
Sango es una exterminadora de
monstruos. No tiene familia ya que su hermano Kohaku (manipulado por Naraku)
los había matado a todos. Sango siente un amor muy fuerte hacia Miroku, uno de
sus compañeros de viaje. Él también la ama y prometieron que se casarían, pero
él es muy mujeriego, por lo que Sango se pone extremadamente celosa. Casi
siempre se siente frustrada, porque frecuentemente encuentra a su prometido
siéndole infiel. Afortunadamente tiene buenos amigos como Kagome o su mascota Kirara, quienes la apoyan.
Ella viene de una aldea de exterminadores. Éstos fueron asesinados cruelmente
por Kohaku,
ya que éste era manipulado por Naraku,
siendo ella la única sobreviviente, ya que Kohaku también fue asesinado y la
aldea fue destruida. Naraku la engaña diciéndole que InuYasha fue el responsable de la destrucción
de la aldea, por lo que Sango fue a enfrentarlo con un fragmento de la Perla de
Shikon en su espalda. Sin embargo aclaran el malentendido, y desde ese momento
Sango busca venganza contra Naraku.
Después, Naraku resucita a Kohaku con el
propósito de obligar a Sango a robar el Colmillo de Acero (Tessaiga).
Cegada por la desesperación de recuperar a Kohaku, Sango roba la espada de
Inuyasha, pero no se la entrega a Naraku, por lo que éste obliga a Kohaku a
enfrentarse a su hermana, para que así se odien mutuamente. Pero Sango fue
incapaz de lastimar a su hermano, resultando mal herida. InuYasha, Kagome, Miroku y Shippō van a buscarla, brindándole apoyo, por
lo que Sango finalmente decide unírseles para derrotar a Naraku.
Sango sin embargo se mostró muy reacia para aceptar su amor a
Miroku desde el principio, notándose sólo por algunas actitudes. El monje
también tuvo problemas para hacer saber que el sentimiento era recíproco, pero
aun así lo demostró con algunas palabras y con ciertos actos hacia Sango,
aunque por lo regular Miroku siempre se la pasa manoseando a la bella
exterminadora (él lo llamaba "tocarle sus atributos"), cosa que hace
con todas las mujeres bonitas que se encuentre.
Al final del manga tres años después de haber
finalmente eliminado a Naraku, Sango se retira de su oficio y se dedica a vivir
su vida con Miroku, con quien tiene 3 hijos (al final nacía el tercero).
Tiene 16 años (19 al final de la manga).
Mide 1.67 m. y pesa 60 kg. Su raza es humana. Sus intereses son cazar youkais,
vengarse por la muerte de toda su aldea y por su padre, liberar a Kohaku,
ayudar a Kagome y evitar que Miroku se propase con cualquier mujer en especial
con ella. Su cabello es negro. Sus familiares son shako (abuelo fallecido),
padre(fallecido), Kohaku (hermano menor), Kirara (anterior mascota, amiga)
luego al final de la serie Miroku (esposo), hijas gemelas e hijo recién nacido.
Sus armas son el hiraikotsu (es el arma principal, es un enorme bumerán elaborado
con huesos de monstruo, con los que derriba a casi cualquier enemigo),
espada( la usa siempre en peleas cuerpo a cuerpo y cuando no posee su
boomerang), mascarilla anti-veneno(con la cual puede respirar tranquilamente
cuando hay veneno en la atmosfera), esferas de veneno(con las cuales puede
envenenar a los monstruos de olfato sensible ) y veneno mortal( tiene una
pequeña concha guardada en su faltriquera, con veneno morado que mata casi al
instante. También tiene diferentes objetos de ayuda dentro de su
traje de exterminadora, como sogas debajo de sus hombreras, etc.